Antes de Final Fantasy VII Remake, un Remake significaba un juego fiel al original que cambiaba especialmente en el sentido gráfico. Pero que al final, su intención era reproducir el juego original lo mejor posible.

Todo comienza dentro del reactor de mako de la malvada corporación Shinra Electrical Company, la cual explota el planeta para su propio beneficio. Y tú tomas el papel de Cloud, un mercenario que fue contratado por un grupo eco-terrorista llamado Avalanche para hacer explotar a ese reactor.

El juego comienza en medio de la acción, dándote desde el principio una probada de lo que será el combate, el ritmo del juego y las preciadas boss fights. También, lo que será la historia, la interacción entre los personajes y el increíble estilo gráfico.

Final Fantasy VII Remake cambia la definición por completo, convirtiéndose no sólo en un juego más elaborado, si no en uno que no cree que deba seguir el original al pie de la letra para ser un gran juego.

Un Cloud guapísimo y más desarrollado (y los otros personajes también)

La verdad que en el juego original Cloud no pasaba de ser un “edgy boy” por el 80 por ciento de la historia.

Pero debo decir que en este juego sentí mucha más empatía por él. Ayudado no en poco por ser increíblemente atractivo, tener voz y una gran animación. Pero también por los cambios que han hecho a la historia, que permiten desde mucho antes, ver cómo Cloud ha sufrido a lo largo de su vida, y cómo es que se convirtió en lo que es.

El resto de los personajes tienen algo similar. Mientras que Jesse, Biggs y Wedge eran apenas mencionados antes, ahora se vuelven una parte fundamental, con sus propias motivaciones. Y muy importante, con Jesse lanzándosele constantemente a Cloud, haciéndolo uno de los mejores personajes del inicio del juego. Es realmente divertido ver su interacción con Cloud.

Esta extensión de sus diálogos y aparición en la historia hace que sea muy fácil empatizar con ellos y con su causa, haciendo que el problema de Shinra, su solución eco-terrorista y su responsabilidad en lo que sucede después, se vuelva real. Al final de ese segmento, realmente quería ayudar a estas pobres personas que vivían una vida miserable.

Al principio no me cayó bien Aerith

Aerith se me hizo bien encajosa al principio no voy a mentir. Lanzándosele a Cloud pero de una manera no-flirty, sino… muy en su cara, supongo. Y Cloud, a pesar de su edgyness es bien mosca muerta y por lo tanto bien fácil de manipular, al parecer. Me molestó toda esa interacción inicial.

No ayudó que te separan del resto del grupo y te hacen pasar por horribles vericuetos antes de llegar a un lugar más normal. Dónde Aerith te obliga a ayudarla y al resto de sus compas. La verdad no amé ese segmento, pero por fortuna acaba y te vas a un lugar más interesante.

Eventualmente conoces mejor a Aerith y dejó de caerme mal. Especialmente cuando se conocen ella y Tifa y es super adorable. El verdadero shipping es Aerith/Tifa.

Gráficamente es hermoso. Con algunos peros

El juego sólo se puede calificar de hermoso. Especialmente en lo que se refiere a los personajes y sus animaciones, los valores de producción son altísimos. Es difícil encontrar quejas en este respecto, ya que también los distintos ambientes y los enemigos son increíbles.

Sin embargo, hay algo, y esto es muy extraño, que sucede a veces.

A veces las texturas de algunos objetos son como salidas del Nintendo 64. Y uno pensaría que es algo temporal, y que es la textura en low-res en lo que se carga la de alta resolución. Pero la verdad es que no. Así es. Así se ve.

Esto sucede con algunos objetos como flores y puertas, y aunque se trata de algo que parece sin importancia, las texturas son TAN MALAS que realmente te saca del juego para preguntarte qué chingados está pasando aquí.

Es algo muy pequeño, pero es un error tan bobo que sinceramente no entiendo cómo está aquí.

Final Fantasy VII Remake
Sephiroth aparecerá constantemente para atormentar al pobre de Claudio.

La estructura del juego a mí me gustó, pero veo de dónde vienen las quejas

El juego está estructurado de la siguiente manera: entras a un túnel narrativo en el que debes seguir una línea, acompañado de cutscenes y de objetivos muy claros. Pasado este túnel, entras a una área semi-abierta en la que debes resolver quests opcionales, que sinceramente no son muy interesantes. Una vez que terminas, o decides omitir, estas quests, entras una vez más en un túnel narrativo que te lleva a otra área.

A veces estos túneles son bastante largos, a veces son las áreas semi-abiertas las que se sienten largas.

En fin, a mí me pareció que está muy bien lograda esta estructura. El juego no pierde ritmo narrativo gracias a estos túneles, y al mismo tiempo te da tiempo de conocer el mundo a tu manera, y también de conocer a los personajes en él. Sí, podrían ser más interesantes las quests, no les voy a mentir. Pero por otro lado, en realidad son bastante cortas, en áreas bastante limitadas, así que no es como si te tomara años resolverlas.

Final Fantasy VII Remake está lleno de acción y grandes emociones

Una cosa que Square Enix y Nomura saben hacer muy bien son cutscenes emocionantes. Hay varios momentos en los que tienes el alma en un hilo sólo viendo si tus amiguitos tontos van a sobrevivir.

Hay mucha acción, mucho saltar en el aire al estilo anime y muchos “IKEEEE” de parte de Barret. Amé cada momento.

El combate es uno de los mejores combates de JRPG

En FF7R empiezas la batalla con un líder. Puedes atacar físicamente con cuadro, pero no sólo importa el tipo de ataque que hagas, si no la posición en la que estés. Por ejemplo, puedes atacar por atrás de ciertos enemigos para hacer más daño, o atacar en ciertos momentos cuando bajen la guardia.

El punto de hacer estos ataques normales es que llenan tu barra de ATB. La barra de ATB son las “acciones” que puedes hacer. Ya sea que uses una habilidad, una magia, o un objeto.

Así creas un ciclo entre llenar tu ATB con ataques normales, para luego poder hacer ataques más poderosos o estratégicos.

Además, puedes cambiar entre personajes “on the fly”. Basta con que presiones a la derecha o izquierda en el D-Pad para cambiar entre ellos. Muy útil si hay ciertos personajes o ataques que son más fuertes contra algunos enemigos.

También puedes pausar el juego para darle órdenes a tus compañeros una vez que llenen la barra de ATB.

Esto hace que las batallas sean rápidas y feroces, pero que requieran también de cierta estrategia y timing. No puedes sólo hacer button mashing y esperar ganar.

La casa del mal sigue aquí!

Lo que haces antes de la batalla también cuenta

Como con todo buen RPG, también tu equipo es sumamente importante. Entonces la preparación antes de la batalla es tan importante como lo que sucede dentro de ella. Realmente puedes entrar a una pelea con un equipo y te destruyen, cambiar un par de materias y convertirla en la batalla más fácil del mundo.

Además hay muchas combinaciones de equipo que puedes hacer, y de verdad quieres probarlas todas para tener las mejores posibilidades en batallas contra bosses.

Lo único que no me gusta es subir de nivel tus armas. Se abre un menú horrible con unos planetas horribles para que escojas las características que tenga cada arma. Lo peor.

Por fortuna, existe la posibilidad de que el juego lo haga en automático – cosa que aproveché al máximo y no tuve que usar ese horrible menú ni una vez. Sólo para probarlo y decidir que era horrible.

El menú horrible.

El final… te deja con ganas de ver más del juego

Ya sabíamos que esto iba a pasar. El juego es una adaptación por partes, y ésta es únicamente la primera parte del juego. Por lo tanto, no podíamos esperar un “final final”.

No voy a dar spoilers, pero la verdad es que este final es lo mejor que pudieron haber hecho. Te deja con ganas de saber qué va a suceder después, sin preocuparte mucho de lo que sucedió en el original. Es además, emocionante por sí mismo, y las boss fights están increíbles.

Así que ya que te dejen con ganas de más, es un logro en sí.

Sin embargo, aquellos que prefieran experimentar una historia “completa”, van a tener que esperar a que terminen el resto de las entregas, y rogar porque no se encuentran spoilers en el trayecto.

Para mí se siente como el primer tercio de una trilogía, como leer La Brújula Dorada sin que hubieran salido el resto de los libros, o ver Matrix Reloaded esperando que salga Revolutions. No es un modelo de entrega nuevo en otros lados, pero definitivamente es nuevo para los videojuegos. Ya veremos si les funciona.

Para aquellos impacientes, la verdad es que aquí hay un gran juego hecho con mucho cariño que te deja con ganas de más. Y que además tiene bastante rejugabilidad gracias a la adición de un modo “difícil”. Yo digo que lo juegues, porque lo vas a disfrutar.

Ve Final Fantasy VII Remake en acción

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