Ayer, durante un evento realizado por Xbox México, tuve oportunidad de jugar Sea of Thieves. Primero debería decirles que mis expectativas para el juego eran muy bajas, había visto los gameplays y los tráilers y simplemente no me llamaba. Así que así llegué a la partida.

Primeros momentos con sea of thieves

 

Mi equipo era un poco menos novato que yo, pero al final todos novatos. Lo más complicado fue el inicio, pues encontramos unos cofres de los que no podías sacar nada (al parecer); sin embargo, ya que estábamos en el barco, todo fluyó más fácilmente y sin necesidad de un tutorial.

Encontramos por nosotros mismos como navegar: “Sí, juntémonos para levantar el ancla”, “okay, yo estoy al timón, ¿hacía dónde voy?”, “un poco a la derecha y luego en línea recta”, “no, no, ahora a la izquierda”, “cuidado con la roca!”, “el titanic….”.

Ya que logramos navegar y descubrimos cómo subir y bajar las velas, me paré un momento en el barco para admirar el paisaje y debo admitir que me sorprendió. Sobre todo el mar. Si bien, gran parte del juego luce caricaturizado, el mar es muy realista y bellísimo. De hecho, es realista en cómo se mueve: de pronto estará muy tranquilo, de pronto se picará y tendrás que andar con más cuidado. Fue fácil imaginarme la brisa en la cara. (Llévenme a la playa, por favor).

Cuando logramos llegar a una isla unos esqueletos nos atacaron y descubrimos que teníamos un cuchillo y una pistola. También encontramos municiones tiradas en un barco encallado. Todo iba muy bien, en cuanto a aventura pirata.

El problema es que no encontramos ningún tesoro. Así que decidimos ir a otra isla. Navegamos con viento en las velas, pero aún así íbamos muy lento y de pronto me di cuenta que había otras velas que podíamos bajar. Duh.

¡A hundir barcos!

Finalmente al acercarnos a la isla, vimos otro barco. Un barco a hundir. Nuestra conversación entonces se convirtió en algo así: “¿Dónde están las balas de los cañones?”, “Están aquí abajo”, “Okay, yo cargo los cañones de este lado”, “¿Están listos? Voy a pasar a un lado del barco y ustedes disparan”, “Listo, ya, ya”, “nos están disparando”, “¿qué?”, “estoy muerto”, “estamos muertos todos”.

Aún cuando nuestro intento de conseguir tesoros y hundir barcos no resultó nada exitoso, puedo decirles que pase un muy buen rato.

El título te obliga a cooperar, porque lo que puedo pronosticar que las mejores experiencias de este juego serán entre amigos, gritándose unos a los otros que hay que izar las velas y disparar y etc.

No me imagino jugando esto con desconocidos, pero quizá funcione también si lo haces en silencio, como en Monster Hunter donde nadie tiene que decirse qué hacer, pero todos saben porque el objetivo es el mismo. No lo sé.

Creo que Sea of Thieves está hecho para pasarla bien y hablar con tus amigos. La navegación y exploración de islas me recordó un poco a Windwaker, en donde, aún cuando había un objetivo principal, siempre podías ir a  cualquier isla, darte una vuelta y ver qué encontrabas por ahí.

Es cierto jugué muy poco, pero puedo decirles que tengo ganas de seguir jugando y ver qué más hay que descubrir en el mar de Sea of Thieves.