Cuando una obra te destruye como este juego, sólo queda decir, cómo lo hizo.

The Last of Us Part II no es una secuela, es la segunda parte de una misma historia, un mismo libro. Donde el primer juego te relata la historia de Joel y su redención, su manera de recuperar su humanidad, la segunda parte cuenta la historia de Ellie perdiéndola.

Es por ello que The Last of Us Part II es un juego oscuro, difícil emocionalmente, complicado. Y uno que te pide mucho, mucho. En primer lugar, que cambies de protagonista. Debes dejar atrás a Joel, porque ésta es la historia de Ellie, y no hay motivación más fuerte para Ellie que la pérdida de Joel.

The Last of Us Part II
El adorado Joel.

También te pide, más adelante, que empatices con el odiado enemigo, con el terrible asesino de tu adorado Joel: Abby. Se requiere cierta madurez emocional para aceptar todo esto. No es fácil. No debería ser fácil.

Sin el viaje de Abby a la redención – paralelo al viaje de Joel -, el juego sería una simple historia de venganza, un simple juego de acción que usa la violencia para condenar la violencia. El viaje de Abby, como un tren que corre hacia ti, es lo que eleva la historia, y eleva al juego a algo más.

The Last of Us Part II no te destruiría tanto si no te importaran ambas.

Para mí fue fácil empatizar con ambas de ellas. Con Ellie porque ya la amaba, y ahora es una adolescente que creció justo como pensé que crecería. Con un lado sumamente artístico, un boca llena de “motherfuckers” y una habilidad maravillosa con la navaja. Ellie siempre había querido ser un héroe, como en los cómics que ama.

Además es fácil amarla a través de los ojos de Dina, quien claramente la encuentra fascinante y perfecta. Su relación con Ellie es graciosa y humana, llena de momentitos de romance que te hacen quererlas, aunque al mismo tiempo pienses “Ya váyanse a su casa por favor, ¿qué hacen aquí?”.

The Last of Us Part II
Mírenlas, sólo mírenlas. Son adorables.

Con Abby fue más difícil, pero para mí al menos, no tanto. A Abby, Joel le mató a su padre, destruyó a los Fireflies, el único hogar que había conocido, y además, egoístamente, destruyó cualquier posibilidad de obtener una vacuna para salvar a la humanidad. ¿Cuántos no murieron por culpa de Joel? Desde el punto de vista de Abby, su causa es más que justa, por más amor que le tengas a Joel. No buena, pero ciertamente justa.

The Last of Us Part II
Abby y sus hermosos brazos fornidos.

¿Sería diferente si esto no fuera un juego?

El juego te hace cómplice de las acciones de Ellie y Abby, haciéndote a la vez víctima y victimario de ambas. El mismo medio hace que todas tus acciones tengan consecuencias sobre cada personaje y sobre ti mismo. ¿Puedes realmente matar a alguien que tú mismo has encarnado?

Es una clase maestra en empatía, que es, desde luego, posible en otros medios. Pero diría que no así, no de este modo tan destructor y completo.

¿Y las personas que no pudieron empatizar con Abby? Les recomendaría que leyeran más libros. (neta)

Por otro lado, el gameplay, aunque no innovador, sirve perfectamente para contar la historia que se quiere contar.

Es uno en el que la violencia es palpable, intentando – aunque no siempre logrando – convertir a cada uno de los que asesinas en individuos. Cada que asesinas a alguien puedes preguntarte si de verdad tu causa es justa, y la más probable conclusión es que sea simplemente no.

El gameplay también es tenso y lleno de momentos sorprendentes. Por ratos te deja sentir seguro sólo para romper esa ilusión segundos después. Los recursos son escasos, pero no lo suficiente para ser frustrante. Además, es una experiencia muy personalizable, así que si lo encuentras fácil o difícil es muy sencillo ajustarlo a tus propios gustos. Pocos juegos te dan tantas opciones – y todo es en servicio de la historia y la experiencia.

No puedo contar el número de veces que salté de miedo, o tuve que apartar la vista con escenas y animaciones particularmente grotescas. Especialmente cuando mueres.

Nota de catpow3r: En ocasiones creo que la violencia de las escenas fue demasiado, y sin sentido. Una forma de ganar shock-value o de sacarle un grito al jugador nada más porque sí. Me parece innecesario, después de que hay tantos otros momentos que te hacen gritar y cuestionarte moralmente que están tan bien logrados.

Aunque el “precio” de morir es poco (si acaso reiniciarás un minuto antes), no es una experiencia que quieras repetir por esas animaciones de muerte tan violentas, que también existían en el primer juego.

Además, el juego es sutilmente distinto cuando juegas como Ellie que como Abby. De inmediato puedes sentir que Abby es más fuerte y más capaz, puede enfrentar más enemigos al mismo tiempo sin que sientas que vas a morir. Pero con sus debilidades: asomarte desde cualquier lugar alto garantiza una ola de vértigo.

Así, el gameplay es más una evolución que una revolución, pero el gameplay en el primer juego no tenía nada de malo, y aquí tampoco.

En cuanto a las gráficas, dejaré que The Last of Us Part II mismo hable:

El nivel de detalle de animación y artesanía involucrado en el juego lo harían algo digno de verse incluso si no te gusta la historia o el gameplay. Es una producción con miles de horas de trabajo en ella, y ese trabajo se nota en cada aspecto del juego: desde las animaciones de asesinatos hasta las cutscenes emocionales, pasando por el feel y kinestésica del juego. Cada que disparas, es algo que se siente. Cada que te disparan, se siente.

Ese terrible momento.

El juego además captura maravillosamente la desolación del fin del mundo, donde la naturaleza y la barbarie han salido victoriosas. A pesar de una gran cantidad de escenas de completo horror, también tiene set pieces hermosas y momentos muy bellos. Disfruté sólo VERLO.

Por otro lado la música y el diseño de audio, aunque más sutiles, están hechos para dar una atmósfera muy específica. El sonido de “te están viendo” me provoca PTSD. La canción que Ellie toca en la guitarra me hace llorar cada vez.

Y en cuanto a defectos, hay pocos. Quizá algunos segmentos podrían haber sido más cortos. Quizá la violencia podría haber sido más atenueada, menos para el shock-value. Quizá el gameplay podría haber sido más innovador y sorprendente. Pero al final del día estos son detalles, que se interponen a la perfección (que no existe), pero no terminan de restar al juego y a la experiencia que Naughty Dog vino a darte, y darte con aplomo.

Creo firmemente que los juegos son para sentirse, para provocar, hacerte vivir otras vidas. The Last of Us Part II logra esto de maneras maravillosas y destructivas, de modo que al final, cuando todo se ha dicho, sólo quedas derrotado emocionalmente. Y eso, amigos, es un triunfo.

The Last of Us Part II es un juego exclusivo de PlayStation 4. Ya lo puedes conseguir aquí.

Muchas gracias a PlayStation por la copia de reseña.

Puedes ver un análisis más detallado y largo en este stream especial de The Last of Us Part II:

También puedes ver un gameplay prolongado del primer cuarto del juego acá:

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